Capítulo2
Así entré a formar parte de esta casa O MEJOR
DE ESTA FAMILIA, MI FAMILIA.
Me voy a presentar para que todos sepáis quién
soy o mejor cómo era yo pues ya hace
cuatro meses que nada saben de mí..
Nací un 1 de junio de 2.011. En este mes nacimos los cuatro de
esta familia. Yo era pequeñita pues según me cuenta tenía pocas días cuando me separaron de mis otros
hermanos y fui adoptada en esta familia donde
me he criado. Ellos me dieron mis primeros biberones y me enseñaron a hacer mis necesidades ya desde pequeñita en
mi cuarto de aseos, pues como todos sabéis los gatos somos muy limpios
en todo, incluso en nuestro aseo
personal pues nos aseamos muchas veces al día.
Al día de hoy ya con tres años y tres meses mi peso es
superior a 2.300 gramos
Tengo muchas cosas comunes con otros de
mi raza pero cada uno es como es.
Como cualquier otro animal de mi especie me
distingo por mi fiereza y mal genio pero
soy única, bien sea por mi pelo blanco
aunque según me he ido haciendo
mayor y una parte de ello según me he
ido haciendo adulta he ido cambiando y tengo parte canela sobre todo si me miras desde arriba aunque si me miras de frente
soy blanca y por encima
lomo y cola atigrado canela.
Desde pequeñita tengo mi pasaporte, algo por otra parte necesario cuando nos trasladamos por días al pueblo. En él consta mi identificación y mi carnet sanitario con
sus revisiones de vacuna y mi chip que
llevo en el cuello en el lado izquierdo.
Antes
de otras cosas he de decir que
siendo muy pequeña, un bebé me caí desde un tercer piso desde una ventana por
intentar agarrarme a una cuerda de un tendedero. Mi madre adoptiva se asomó a
la ventana desde otro dormitorio y me oía maullar durante unos segundos y enseguida dejé de hacerlo, lo que le indujo
a creer que me había muerto pues quedé toda magullada. Pero no fue así. Mi
padre y mi hermano adoptivo bajaron corriendo según me contaron al patio
donde fui a dar con mis huesos y tuve
suerte que estuvieran los vecinos y
pudieron salir a él y me cogimos en brazo con mucho cuidado y de inmediato
llamaron a un veterinario de guardia y
con mucho cuidado me llevaron en brazos
a la clínica y esperamos un poco hasta que llegó, con dolores por todas partes. Por primera vez me
anestesiaron para poder explorarme debidamente pues ya desde pequeña me cuentan que no era buen paciente. Estuve
unos cuantos de días convaleciente sin
poder andar pues me había golpeado en las caderas y sin apenas comer. Como es lógico me pusieron analgésicos.
Ya
tenía puestos las vacunas correspondientes. Desde entonces
cada vez que hemos vuelto a la clínica
me han tenido que sujetar con un cepo
pues soy muy rebelde y como dije
antes, mal paciente.
Según pasaba el tiempo y ya iba teniendo más
necesidades me iban comprando lo
necesario, como una cunita donde dormir
cuando no aprovecho para hacerlo en el
sofá donde me encuentro muy a gusto. También me compraron una manta pequeña y
de vez en cuando algún juguete, como un
ratoncito, bolas de lana y otros.
Mi madre adoptiva, me cuentan que nunca quiso
tener mascotas en casa pero cuando yo
llegué todo fue distinto. Llegué como un
capricho y ahora me quieren todos y me tratan como una reina. Tengo todos los
capricho habidos y por haber. No pueden vivir sin mí. Y ahora entienden mejor a
todos los que tienen una mascota en
casa, algo que antes no entendían.
Criticaba a los que los tenían y ahora lo entienden. Lo entienden mejor porque
no les traicionamos como hacen entre ellos los humanos. Al menos yo soy fiel y
no tolero bien las traiciones.
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