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La cooperativa divide a Gargantilla
12.02.12 - 00:21 -
PILAR ARMERO | PLASENCIA.
Su construcción tiene licencia de obra pero para conseguir financiación hay que variar una cláusula de la compraventa y el alcalde se niega
Agricultores del Ambroz piden a la Junta que se desbloquee el proyecto Algunos de los promotores de la nueva cooperativa que daría servicio al Valle del Ambroz. :: PALMA
FAUSTO CARRIL ALCALDE DE GARGANTILLA
«No estoy contra el proyecto pero no quiero tomar una decisión errónea por falta de conocimientos»
En el Valle del Ambroz pensaban que para primavera estaría lista la nueva cooperativa hortofrutícola de Gargantilla. Sin embargo, en los terrenos adquiridos el año pasado al ayuntamiento no hay todavía un solo ladrillo.
Lo impide, según Jesús Barbero, presidente de la cooperativa promotora San Pablo Apóstol, la negativa del alcalde, Fausto Carril, «que se opone a modificar una cláusula del contrato de compra venta». Y si eso no se hace no podrán conseguir el dinero que han pedido a los bancos para afrontar el millón y medio de euros de inversión, a pesar de que ya cuentan incluso con subvenciones.
«La concesión de los préstamos va unida a una garantía hipotecaria que no es posible si esa cláusula no se pospone a la concesión de los préstamos. No le estamos pidiendo ninguna ilegalidad, solo que dé luz verde a una iniciativa que va a generar empleo y riqueza».
Esa cláusula señala que las parcelas se tienen que destinar exclusivamente a la central hortofrutícola y que en 50 años el comprador no podrá enajenarlas, transmitirlas o venderlas. Si eso se incumpliese, se anularía la inscripción registral y pasarían de nuevo al Ayuntamiento. Recoge también que la parte vendedora consiente la posposición de esas condiciones a la hipoteca que pudiera conceder una entidad bancaria para financiar la adquisición de las parcelas.
Los servicios jurídicos de Diputación de Cáceres en los que Fausto Carril ha puesto el asunto señalan en un informe que modificar esa cláusula para poder obtener el préstamo supondría «que prime el derecho de una entidad bancaria sobre las parcelas y la central hortofrutícola, en base a la hipoteca que concediese la entidad prestamista, así como que el Ayuntamiento perdiera el derecho de reversión sobre los terrenos, ya que en el caso de que la cooperativa no pudiera hacer frente en el futuro a la hipoteca se quedaría el banco con los terrenos y construcciones, pudiendo realizar cualquier otro fin diferente con el que inicialmente se habrían enajenado las parcelas».
Carril se opone a esa modificación después de consultar tanto a los técnicos de Diputación como a los de su consistorio. «Me han dicho que el Ayuntamiento no tiene potestad para adoptar un acuerdo que modifique sustancialmente las condiciones del contrato», mantiene.
En el documento de Diputación se señala también que la administración pública, a diferencia de los particulares, no dispone de libertad absoluta para modificar los contratos que adjudique.
El caso es que esa claúsula tiene parado el proyecto iniciado en la anterior legislatura con el PSOE en la alcaldía. Sí han recibido del nuevo equipo que lidera Carril como independiente con el PP, licencia urbanística y de obras, por las que han abonado más de 53.000 euros.
Pendientes de Monago
La claúsula tiene también, a los cooperativistas por una parte, y al alcalde por otra, pendientes de que el presidente de la Junta, José Antonio Monago, les reciba para ver si puede ofrecerles una solución, en un intento a la desesperada por desbloquear el proyecto. «Hemos recabado opiniones de ayuntamientos y entidades financieras que se han visto en situaciones como la nuestra y nunca se ha dado esta falta de colaboración por parte de un Ayuntamiento. Nuestro proyecto es viable y por eso lo hemos avalado con nuestro patrimonio. No construirlo solo beneficiaría a unos pocos con intereses inconfesables», han escrito los responsables de la cooperativa en la carta remitida al Gobierno para solicitar un encuentro.
El alcalde, por su parte, le cuenta a Monago en su escrito que se encuentra ante un gran dilema, «ante la tesitura de no poder hacer nada, al menos mediante los cauces correctos y a mi alcance».
Reconoce en la carta que le ha remitido que la nueva central hortofrutícula «es una buena inversión que beneficiaría a todo el Ambroz y podría ser una forma de crear el empleo y la riqueza que necesitamos. Aquí hay un grupo de gente con ilusión que han puesto todos sus bienes como garantía», pero señala también que no cuenta con conocimiento suficiente para saber cómo actuar.
Los cooperativistas que promueven la nueva central creen que la oposición de Carril no tiene fundamento, que se opone porque sí, una apreciación que el alcalde niega rotundamente. «No estoy en contra del proyecto ni de quienes lo promueven, pero lo que deseo es evitar que, por carecer de conocimientos, esta traba legal devenga en el fracaso de los empresarios».
Le han pedido también que ampliase a dos meses en lugar de uno el plazo para iniciar las obras. 8 este permiso se concedió en su día«El tiempo se nos viene encima y no podemos aportar el dinero porque no tenemos un millón y medio de euros, necesitamos a los bancos como en cualquier otro proyecto de estas dimensiones», dice Barbero.
Las previsiones que manejan los agricultores que confían en este proyecto son que genere alrededor de 14 puestos de trabajo durante la temporada de la cereza y la ciruela, y aseguran que va a dar cobertura a 400 productores de Aldeanueva del Camino, Casas del Monte, Abadía, Hervás, Gargantilla y Jarilla, a los que se les va a ofrecer la posibilidad de trabajar con las técnicas más moderna que en estos momentos ofrece la industria hortofrutícola. Por el momento, sin embargo, tendrán que seguir esperando para ver si se desbloquea el asunto.
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